¿En qué momento perdimos la magia?

Las tres lecciones que me dejó este 2020

Debo reconocer que me costó empezar este correo. Quería enviarle a esta comunidad un mensaje inspirador, navideño y digno de ocupar un lugar en sus bandejas de entrada, que llamara su atención entre los mil correos con promociones y ofertas que nos invaden durante estos días. No fui capaz.
No sabía qué escribir y escribir por escribir, no es lo mío.

Me senté un par de veces a intentarlo, pero sólo lograba perderme en los bancos de imágenes buscando una foto navideña con tonalidades amarillas. Estaba con el clásico bloqueo creativo, por lo que desistí y cerré la ventana.

Pero ayer, domingo, llegamos de noche a nuestra cabañita en Santa Teresa, en medio de la selvática vegetación y los gritos de los monos aulladores, prendí unas velitas, me puse la única ropa de deporte que traje, estiré mi mat de yoga en la terraza y aplicadamente empecé a hacer la clase de yoga de Navidad, que mi profe había dejado grabada en la nube, para quienes no pudimos conectarnos ese día.

Por lo general hago yoga con los ojos cerrados, no sé por qué. Ese día la clase, las posturas y mis pensamientos fluían y bailaban sutilmente. Al terminar, en savasana, o la postura de relajación, la profesora suele guiar la respiración y los pensamientos con sus palabras, y en un determinado momento se preguntó en voz alta y con cierta decepción, “¿En qué momento perdimos la magia?, ¿en qué momento perdiste la magia?” repitió y se quedó en silencio.

Las frases que me gustan, que me inspiran o que me hacen reflexionar, las anoto. Así que antes de terminar la práctica, me puse en pie y corrí a anotar esta pregunta en mi libreta.

La inspiración está en todos lados

El mapa mental que surgió de esa pregunta es personal y está en constante expansión. Hacer un buen mapa mental es parte de mi taller “Cómo potenciar el pensamiento creativo” y es una herramienta que los ayudará a trabajar su pensamiento divergente. Pero volviendo al tema, más allá de cuáles hayan sido mis conclusiones de por qué perdemos la magia, por qué perdemos la ilusión, por qué los adultos perdemos la creatividad, lo que me hizo despertar esa frase fue esto: < esto que estoy escribiendo ahora. Esto que tú estás leyendo ahora >.

Encontré la inspiración para mi correo de fin de año, encontré la pregunta inspiradora y reflexiva que quería compartir con mis lectores. No seré yo quien les de la respuesta. Te invito a pensar y evaluar, dónde quedó la magia que te invadía de niño y en qué momento la perdiste…

En esta oportunidad, esa clase grabada de yoga aportó la materia prima que necesitaba para crear. Mientras más cosas hagamos, mientras más conversaciones tengamos, mientras más libros leamos, más materia prima iremos acumulando en nuestra mente. Si no hubiese visto esa clase, este primer post, no existiría.

Pensar en otra cosa

Una de las etapas del pensamiento creativo es “dejar de pensar en el tema”. Cuando me obsesiono con un tema e intento forzar la idea, no sale… como mi mail de Navidad. Simplemente, NO sale. Pero cuando cerramos la pantalla, cuando decidimos darnos un descanso, abrir la mente y exponerla a otros estímulos, sin querer queriendo, es cuando todas las piezas se conectan.

Este 2020 me ha enseñado a desconectar. Dejar ir. Rendirme, sin rendirme. Parar y retomar después. Fue un año intenso para todos, cada uno en su rol. Yo me puse una gran mochila en la espalda, intentando hacer todo y hacerlo bien. El cuerpo y la mente necesitan un descanso y bajar la barrera de la exigencia un rato, con nosotros mismos y con el resto, es la llave para seguir avanzando.

Atreverse y tirarse a la piscina

Si después de dejar de pensar en el tema, esa idea vuelve a ti y te toca la puerta, pero con más fuerza, no la abandones. Hazla tuya, abrázala y ejecútala. Las buenas ideas mueren por que nadie las concreta.
Si tienes una idea, escríbela, grítala a los cuatro vientos y hazla realidad, aunque te de miedo, aunque te salga mal.

Para mi “esa idea” fue este taller, que de un pensamiento latente, se transformó en un curso online, que después se materializó y se convirtió en Instagram y de Instagram se transformó en web y de web a comunidad. Y si sale mal… al menos se pensó, se intentó y se hizo.

Y es gracias a todo este proceso, que hoy les escribo y les cuento mi historia, mis aprendizajes y los invito a reflexionar sobre los suyos. Seguro este 2020 dejó más lecciones de las que vemos a simple vista.

Que tengan un mágico fin de año y que encuentren esa magia que a veces perdemos de vista, pero que está por ahí rondándonos cada día, en todo lo que nos rodea.

Tere Razmilic

2 respuestas a «¿En qué momento perdimos la magia?»

  1. Tere querida!!!! Te sigo hace mucho en insta y es increíble La Paz y energía que transmites, que viaja kms… Que interesante es entender, que esa magia no nos ha abandonado, sigue ahí, solo basta con saber donde encontrarla y buscarla con mucha paciencia y amor. GRACIAS 💕
    Felices fiestas

    1. Que linda reflexión y sabias palabras! La magia está en todos lados, pero a veces la rutina no nos deja verla. Gracias por dejarme ese lindo comentario! Feliz de tenerte de lectora! Un abrazo enorme y felices fiestas para ti!

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